La
renta corta y proyectos en construcción afectan la oferta
La oferta de viviendas familiares en el mercado inmobiliario ha disminuido y la renta se ha incrementado.
En el presente año, Pedro Mejía le aumentó 3,000 pesos a la renta mensual de dos apartamentos que tiene rentados en Santo Domingo Este. Y a una familia en Bávaro, el propietario le subió de 400 a 440 dólares el alquiler y le hizo firmar un contrato nuevo que establece un incremento de 10 % anual.
Los
casos anteriores son ejemplos del alza de la renta que se registra en distintas
ciudades del país, atribuida a la inflación, sumada a la escasez de viviendas para ocupación familiar que agentes inmobiliarios
atribuyen al acaparamiento de la renta corta, tipo Airbnb, y a que aún están en
construcción proyectos por entregar.
El
Banco Central informó ayer que la inflación acumulada durante los primeros tres
meses de este 2022 alcanzó 2.80 %, mientras que la interanual se ubicó en 9.05
% al cierre de marzo.
“Se
quejaron sí (los inquilinos), y lo ajustamos, porque era más que debió
aumentar”, dice Mejía, quien subió de 12,000 a 15,000 pesos la renta de un
apartamento, y de 13,000 a 16,000 pesos la del otro, ambos en la autopista de
San Isidro.
Las viviendas en dicha área han experimentado un
incremento en sus precios, influido por la demanda inmobiliaria en la zona,
explica Reyna Echenique, miembro de la Asociación de Agentes y Empresas
Inmobiliarias (AEI).
“En
el rango del 2018-2019, un apartamento de tres dormitorios, dos baños (...),
para una familia normal, se alquilaba entre 15 y 18 mil pesos, pero a partir de
2021-2022, el mismo apartamento está costando 22 a 23 mil pesos”, reporta
Echenique. Estima que las alzas son más altas en Santo Domingo Este que en
Santo Domingo Norte.
Escasez de unidades
La
razón principal que menciona Echenique para la escasez de viviendas para familias es el acaparamiento de la
renta corta mediante plataformas como la mundialmente popular Airbnb y otras
modalidades.
Lo
anterior también ocurre en el Distrito Nacional, reporta el presidente de la
AEI, Alberto Bogaert, quien además destaca que las unidades de una y dos
habitaciones son las que más se construyen en la demarcación, cuya vocación no
es dirigida a las familias.
El
ministro de Turismo David Collado ha informado que hay 53,000 habitaciones
disponibles para plataformas como Airbnb y otras, cuando el sector privado
hotelero tiene 83,000.
“Tengo una solicitud de dos familias y no
hemos encontrado (vivienda para alquilar)”, dice Echenique, quien también
reporta escasez de casas en Santo Domingo Este, debido a que muchas las compran
para demolerlas y construir edificios de apartamentos.
“Hay
mucha demanda, muchas personas buscando, y hay poca oferta”, notifica para
Santiago, César Lozada, expresidente regional de la AEI.
Destaca
que muchos proyectos comprados en planos, están en desarrollo, con entrega
dentro de uno a dos años, lo que incidiría en la escasez de unidades para
alquiler en la ciudad.
Fuente:
Diario Libre
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