Con todos estos logros en su
carrera, se convirtió en uno de los iconos de la cultura mexicana, y aunque los
mexicanos lo querían, el actor tenía fama de no ser amable y carismático como
se podía ver en la pantalla.
De acuerdo con testimonios de
artistas, personas que lo conocían, así como compañeros de trabajo, Cantinflas
se comportaba de una manera soberbia.
En una entrevista que la escritora mexicana, Guadalupe Loaeza le
concedió a BBC Mundo, relató que Moreno era un hombre “desagradable”.
“Era un hombre que mundanamente no era
simpático, era desagradable. Mario Moreno era un personaje muy siniestro, con
una ambigüedad muy evidente. Sus colegas no lo querían”, aseguró.
Loaeza afirmó que al principio
Cantinflas era un hombre sencillo, pero conforme se fue haciendo de su fama y
fortuna, cambió por completo. A pesar de eso, siguió siendo el ídolo del pueblo,
ya que al homenaje que se le hizo cuando falleció el 20 de abril de 1993,
acudieron más de 25 mil personas.
“¿Realmente importa la parte desagradable del
personaje? Los mexicanos no la quieren conocer, hay una cierta negación.
Quieren conservar a su Cantinflas, parecía muy cercano al pueblo y no se
quieren desilusionar”, dijo la escritora en dicha entrevista.
En contraste, personas allegadas
a Moreno han contado como al principio de su carrera era un hombre humilde y agradecido,
que incluso regaló su primer sueldo como actor a vendedores de periódicos en la
Ciudad de México.
A pesar de esto, el
comediante se hizo de una mala fama entre el ambiente artístico debido
a su comportamiento fuera de la pantalla, algo que parecía inimaginable debido
al carisma que transmitía en cada una de sus películas.
Fuente: Cultura Colectiva
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