Nacida el 10 de marzo de 1867, hija del aguerrido revolucionario, poeta, escritor y cronista Manuel Rodríguez Objío.
Dolores Rodríguez Objío Reyes fue la primera maestra titulada del país, graduada por Socorro Sánchez luego de rígidas pruebas presentadas ante un jurado compuesto por Federico Llinás, Domingo Morcelo, José Bonilla España y Gerardo Jansen. Sin embargo, nuestra historia sólo recoge la graduación que, más tarde, promovió Salomé Ureña.
Ésta y otras
aclaraciones fueron hechas por Lilian Ortega del Castillo viuda Mendoza, nieta
de la insigne educadora, quien detectó 19 inexactitudes en el reportaje sobre
Rodríguez Objío publicadas. Conserva un valioso acopio de documentos en los que
sustenta enmiendas hechas a declaraciones de dos descendientes de Mamá Lola y
del historiador Raymundo González. Junto a Esperanza Aurora del Castillo, otra
nieta de la profesora, aporta nuevas informaciones de su abuela.
Admiten que el olvido
ha cubierto la memoria de Dolores y lo atribuyen a que a Socorro Sánchez, que
no era mulata sino negra retinta, le han querido quitar primacía. La historia
se escribe por la prensa y por lo que la gente chacharea, y los dueños de los
periódicos eran los Henríquez y Carvajal. Socorro Sánchez no tenía más que la
oposición de los políticos sinvergüenza, manifiesta Lilian.
Dolores fue la
primera diplomada del país. Cuando todavía no había bachilleres en la Escuela
Normal de Salomé, Socorro Sánchez gradúa una promoción en 1887, que va a
estudiar al Instituto profesional. Otilia Peláez, exalumna de Socorro Sánchez,
y Patria Mella viuda Pereyra, hija de Anita Del Monte, también discípula de
Socorro, facilitaron a Lilian estas pruebas escritas.
Corresponde a Socorro
Sánchez el mérito de haber sido la primera en comprender que la mujer es un ser
inteligente y sociable con derecho a trabajar por el desarrollo de su
inteligencia y su perfección moral, como dice en el discurso del tres de junio
de 1876 en Santiago, donde puso a funcionar una biblioteca para señoritas en la
calle Sol 50, y fundó el colegio Sagrado Corazón de María, recuerda.
En 1881, agrega,
fundó en Santo Domingo el colegio La Altagracia y colaboró con los periódicos
El Dominicano, El Telegrama y El Telégrafo. Además, tocaba el arpa. Pero,
señala Lilian, la maestra, como la llamaba Lilís, fue opacada aunque se
adelantó demasiado a su época. Todavía había muchas rencillas desde la
Independencia, fusilaron a su hermano, a su tía, ha existido un odio, un rencor
hacia ella y la borraron. ¿Quién conoce la historia de Socorro Sánchez como
maestra? Nadie, temían quitarle la primacía a Salomé, reitera la vehemente
historiadora.
Ese mismo olvido
sepultó el nombre de Dolores, su alumna distinguida, fruto de su intelecto,
para quien pidió Manuel Rodríguez Objío un mes antes de fusilarlo, el alimento
espiritual. Dolores nació y creció en la calle Santomé de Santiago donde su
madre, que se dedicaba a la costura, hablaba francés, y era amante de las
letras, le dio las primeras enseñanzas. Luego asistió a la escuela de María
Nicolasa Billini hasta trasladarse a Santo Domingo donde Socorro la especializó
en el magisterio.
Las nietas indican
que Mamá Lola escribía artículos en prosa y fue inspirada poetisa. Conservan
este acervo. En San Carlos fundó el colegió El Amparo. Aclaran que el 22 de
enero de 1885 el Ayuntamiento aumentó 20 pesos a la subvención mensual de 30.
Remiten a El Eco de la Opinión para comprobarlo y a El mensajero del 24 de
octubre de 1887 que da cuenta de la conferencia que Dolores pronunció en la
sociedad El Porvenir. También a trabajos de María Ugarte y Clara Ornes, en El
Caribe.
En ninguna guerra. No
pudo estar presente en las guerras restauradoras, nació en 1867, expresa
Lilian. La versión de otros nietos se publicó en el entendido de que podría
estar equivocada la fecha de nacimiento anotada por Ramón Lugo, considerada
correcta por la nieta.
Negaron además que
los Grullón, parientes de Dolores, la despreciaran por ser bastarda, como
afirmaron los descendientes. Mamá Lola era para los Grullón, Tía Lola, y para
nosotros, Marianita Grullón era tía Mariana, comenta Lilian mostrando un poema
de Dolores a su hermana de padre. Siempre nos hemos llevado bien.
Temístocles, el
esposo de Dolores, no tocaba violín ni otro instrumento, y no fue Milagros uno
de los tres amores de la educadora, sino Bienvenido del Castillo Rodríguez,
esclareció Lilian. Mamá Lola no era ahijada de Francisco del Rosario, sino de
Socorro, y no viajaba a Monte Cristi, iba a Santiago a visitar al padre
González, su primito hermano.
No coleccionaba nada,
como se publicó, tenía una cotorra y a las tres de la tarde se sentaba en una
sillita con un banquito para los pies a comer galletitas. En cuanto a que al
morir encargó a dos hijos a Jesús Bienvenido, Lilian reaccionó: Eso es
simpatiquísimo. Ella muere en 1941 y esos niñitos tenían 34 y 32 años,
profesionales, casados, con hijos.
Desmintieron que Luis
Conrado del Castillo, uno de sus hijos más brillantes, le leyera sus discursos
contra la ocupación de 1916 antes de pronunciarlos porque se caracterizó por
ser un gran orador que improvisaba. Quienes le acompañaron en sus campañas fueron
Mélida Morales, su esposa, y sus hermanas Rita Indiana y Mencía. Añade Lilian
que las disertaciones se conocieron porque trascendieron a la prensa.
En torno a los hijos,
uno se llamaba Amable, no Armando, como consigna Carlos Larrazábal, y tuvo 12
hijos, no diez, tomando el dato del diario de Dolores que conserva Lilian. Eran
Luis Conrado, Blanca Luz (Áurea), Flor de Oro, Ángel Benigno (murió niño), Rita
Indiana, Dolores Mencía, Jesús Bienvenido, Amable Antonio, Consuelo Aurora,
Flérida Americana (fallecida de meses), Fernando Arturo y Francisco Augusto. Le
puso Rita Indiana porque papá Manuel le decía a Rita Reyes: Indiana, pasionaria
flor querida/ tú serás para mi vida/ delirio eterno y feliz. Rita fue la mujer
que lo marcó.
Falleció el 5 de junio
de 1941
Lilian y Esperanza
Cuentan infinitos
recuerdos de la ilustre abuela. La primera la visitaba los domingos pero
Esperanza vivió junto a ella. Lilian, nacida el 20 de enero de 1932, es hija de
Consuelo Aurora y Esperanza Aurora, de Bienvenido. Esperanza nació el siete de
abril de 1924.
La calle. Fue Otilia
Peláez viuda Marchena quien propuso una calle para Dolores Rodríguez Objío.
María Ugarte publicó esta información en El Caribe, el 17 de noviembre de 1973.
Texto: Ángela Peña
Fuete: Historia Dominicana en Graficas
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