No hay estudios que indiquen que el azúcar pueda causar dependencia alimentaria Hay regiones del cerebro que refuerzan el consumo de los alimentos dulces.
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El
azúcar es un ingrediente muy importante en la alimentación occidental, y que cuenta
con presencia en muchos alimentos. Según Vitónica, los usos frecuentes que
recibe este ingrediente podrían sugerir la existencia de una adicción, pero no
es así.
Sin
embargo, aunque poco probable, sí es posible desarrollar una respuesta adictiva
al azúcar en términos evolutivos dado que los mecanismos cerebrales que otorgan
recompensas a los alimentos naturales son los
mismos que se activan con ciertas drogas.
¿Qué tanta recompensa le damos a los alimentos
azucarados?
Estudios
realizados sobre animales han demostrado que ellos sí pueden padecer efectos
fisiológicos por el azúcar que sean similares a los de una adicción
diagnosticada. No obstante, esto no ha ocurrido en los estudios sobre
seres humanos.
Por
ejemplo, en un estudio médico reciente en el que participaron 1495 estudiantes
universitarios se evaluó si ellos tenían algún signo de adicción a los
alimentos de acuerdo con el Manual diagnóstico y estadístico
de trastornos mentales.
Del
total de la muestra, un 95% desarrolló por lo menos 1 signo de dependencia
alimentaria. El 30% lo hizo con alimentos salados y altos en grasa, 25%
con alimentos dulces altos en grasa, 5% con alimentos enteramente
dulces, y un 2% alimentos salados bajos en grasa.
Este
estudio concluyó que el valor de recompensa que le damos a los alimentos depende
de la experiencia individual que tengamos al comer y de la densidad energética
del alimento.
¿Cómo funcionan los mecanismos de recompensa en el cerebro?
La
adicción al azúcar, evolutivamente hablando, es una
situación posible dado que los mismos mecanismos cerebrales que evolucionaron
para responder a la recompensa de los alimentos naturales son los
mismos que se activan con algunas drogas.
Ciertas
regiones del cerebro refuerzan la ingesta de alimentos y medicamentos.
Una de estas regiones es el núcleo accumbens, un grupo de neuronas del cerebro
que regulan la risa y los mecanismos de recompensa.
El
núcleo accumbens es estimulado por una multitud de hormonas y
neurotransmisores, como dopamina y péptidos opioides como encefalina y
acetilcolina.
Las
neuronas que contienen dopamina son estimuladas por drogas adictivas y también
por alimentos como azúcar, sacarina, y aceite de maíz. Cualquier
sustancia que libere dopamina hará que ella interactúe con el núcleo accumbens,
motivando una conducta de búsqueda-recompensa.
Los
péptidos opioides pueden aumentar la liberación de dopamina.
Incluso, los medicamentos que anulan sus efectos son capaces de reducir el
consumo de alimentos dulces.
Más
allá de si es posible o no volvernos adictos al azúcar, el consumo de este
ingrediente debería estar limitado si consideramos su contenido en
calorías, lo que es perjudicial especialmente para las personas que quieren
bajar de peso.
Fuente: El Diario NY
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