Jamás debemos
casarnos guiados por emociones, la lógica tiene que entrar
FOTO: SHUTTERSTOCK
¿El amor se debe basar en el romanticismo? Hemos crecido en un ambiente de mentiras y mitos sobre el amor, con canciones como esta: “Sin ti no podré vivir jamás y pensar que nunca más estarás junto a mí”.
Eso
no es verdad. La mayoría de los divorcios se dan porque los miembros de la
pareja se aman, pero no pueden vivir juntos y se separan. La idea de que me
caso “porque estoy enamorado” es un mito, no es verdad.
No
te quedas en un matrimonio por los hijos o porque “estamos enamorados”. Esa
creencia de que no podemos dejar a alguien por “estar enamorados”, no es sana
ni recomendable.
Los
hijos copian lo que vivieron en su casa. Si viven un buen matrimonio, lo
repiten y, si es malo, también. Si no tienes un buen matrimonio, lo primero es
buscar ayuda psicológica. Y si aun así no funciona, debes divorciarte y evitar
el daño que harás a tus hijos, a tu pareja y a ti mismo.
No
sabemos elegir parejas, eso se aprende. Jamás debemos casarnos guiados por
emociones, la lógica tiene que entrar.
Sin
intimidad, no hay nada. Ser tú en esa relación y poder comunicarte en libertad,
sentirte amado como eres, etcétera, ¡eso es intimidad! La intimidad mantiene el
deseo y la pareja.
Aquello
de que “el verdadero amor lo conquista todo”, no funciona. El amor no es
suficiente. Lo importante es saber elegir pareja, y eso se aprende y se
estudia. Es ciencia, ¡estudiemos!
Los
mitos son creencias, canciones, poesías y telenovelas que nos venden que “estar
enamorados” es lo único importante.
Elegir
mal es creer que puedes cambiar a quien amas sin terapia. Lo que sucede es que
te conviertes en redentor, y terminas crucificado. Hay gente que vive buscando
“rescatar” a otros, pero sobre esa base no se puede construir una pareja.
La
pareja debe ser pareja. Si uno es más maduro que el otro, no funciona; si es
desigual, tampoco. Esa persona se hunde, y te hunde a ti también.
¿Cuándo
debes decir adiós a la pareja?
·
Si una persona tiene un problema, y no lo encara ni
lo resuelve.
·
Debe aprenderse a elegir parejas desde la escuela
primaria. Las escuelas han olvidado lo más importante: enseñarnos a vivir, ser
padres, esposos, hermanos, a cómo hacer que una familia funcione.
·
No jugar con fuego. Hacer el amor no es beberse un
vaso de agua. Mucha gente juega con esto y queda atrapada y sin salida, en
relaciones enfermizas.
·
Personas con autoestima baja, y problemas de la
niñez sin enfrentar, no son las adecuadas. Solo terminas en relaciones tóxicas.
consecuencias terribles. Además perdemos mucho tiempo, que es lo único que no recuperamos en la vida. También sufrimos desengaños y heridas emocionales que nos alejan más y más del verdadero amor.
Por: Dra. Nancy Álvarez
Psicóloga
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