Dos leyendas: Tom Lasorda "entrevistando" a Fernando Valenzuela en 1981.
Foto: Jonathan Daniel / Getty Images
Resumir quién fue Tom Lasorda es sencillo: uno de los hombres más emblemáticos y queridos de la ilustre franquicia de los Dodgers al formar parte de la organización por 71 años.
Para
ilustrar su impacto en el equipo de Los Ángeles basta con un momento: el 15 de
octubre de 1988, cuando en el primer juego de la Serie Mundial contra los
todopoderosos Oakland Athletics, “Tommy” consumó una de sus
genialidades y contra toda lógica envió a batear como emergente a Kirk Gibson en
la novena entrada a pesar de estar tan lastimado de las piernas que apenas
podía caminar. El resto fue magia, e historia.
Esa
decisión se convirtió en posiblemente el momento más memorable de las Ligas
Mayores en los pasados 70 años y consumó el inmenso legado de Lasorda, cuya
muerte la noche del jueves en Los Ángeles ha puesto al béisbol de luto. Tenía
93 años.
El equipo informó que “Tommy”, quien apenas a
principios de semana había abandonado un hospital tras varias semanas internado con problemas cardíacos, sufrió un arresto
cardiovascular en su casa a las 10:09 pm. Fue llevado rápidamente a una clínica
con resucitación en progreso, pero fue pronunciado muerto a las 10:57 pm.
Images
Casi
12 meses después de que el sur de California y todo el deporte se sacudieron
por la trágica muerte de Kobe Bryant, Los Ángeles sufre la pérdida de otro de sus
íconos, aunque este último distinguido por su increíble longevidad.
“En
una franquicia que ha celebrado a tantas leyendas del deporte, ninguna
que haya vestido el uniforme representó el espíritu Dodger tanto como Tommy
Lasorda“, dijo en un comunicado Stan Kasten, el presidente y CEO de los
Dodgers. “Fue un incansable vocero del béisbol, su dedicación al deporte y al
equipo que amó fue inigualable… Tommy es simplemente irremplazable e
inolvidable”.
Nacido
en Norristown, Pennsylvania, Lasorda nunca pudo establecerse en las
Ligas Mayores como pelotero. El pitcher zurdo solo tuvo unas cuantas
apariciones y cero triunfos con los Dodgers de Brooklyn y Kansas City en los
años 50.
Pero
luego trabajó en el equipo como scout, manager de ligas menores y coach de
tercera base. Eventualmente Lasorda sería nombrado manager de los Dodgers, a
los que dirigió entre 1976 y 1996 con un récord de 1,599-1,439, con cuatro
campeonatos de la Liga Nacional y por supuesto los dos títulos de la
Serie Mundial que alimentaron a la afición de los Dodgers por décadas y en los
que el genio de Lasorda fue instrumental.
En
1981, el manager sorpresivamente decidió abrir la temporada con un novato
mexicano llamado Fernando Valenzuela debido a una serie de lesiones en su
rotación de lanzadores. Valenzuela asaltó al béisbol y así nació la
“Fernandomanía”, que culminó ese año con el triunfo sobre los Yankees. Fernando
los condujo, pero Lasorda lo hizo posible.
“Bulldog” Hershiser y Lasorda con el trofeo de Serie Mundial en 1988. /Getty Images
Y
claro, el triunfo de “David vs. Goliat” de 1988, cuando un equipo que no era
tan fuerte fue creciendo al ser motivado de manera nada convencional por su
manejador, quien retaba a los peloteros y les hacía dar más. Eso ocurrió por
ejemplo con el pitcher Orel Hershiser, a quien Lasorda incluso le puso
apodo para hacerle sentirse más fuerte y asumir una actitud distinta en el
campo. “Bulldog” Hershiser condujo al equipo a la corona.
Ya
retirado como manager, Lasorda nunca dejó de aparecer en Dodger Stadium, su
casa, y prácticamente en cada ocasión siempre hubo un momento entre innings en
que los aficionados se pusieron de pie para dedicarle una ovación. Solía
sentarse a un lado de Magic Johnson.
“Tommy” se desempeñó los últimos 14 años como asesor especial del dueño de los Dodgers, y su pasión por el juego nunca se debilitó. Felizmente, “Mr. Dodger” pudo ver al equipo regresar a la cima de las Ligas Mayores este pasado otoño y estuvo presente en el estadio de los Rangers de Texas, donde los Dodgers ganaron la Serie Mundial contra Tampa Bay.
La muerte de Tom Lasorda ocurrió apenas cuatro días después de la muerte
de Sandra Scully, esposa del mítico cronista Vin Scully, el otro enorme ícono
de los Dodgers.
Por: Ricardo López Juárez
Síguenos en: noticiasdesdebarahona.com
0 Comentarios