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El
mal de ojo es una creencia popular muy arraigada en distintas sociedades y que
consiste en la capacidad de una persona de causarle el mal a otra
solamente con mirarla. Como indica Natursan,
este efecto puede ser consciente o inconsciente.
Es
posible que sí exista el mal de ojo, pero no como una condición inducida por
otra persona, sino como resultado de nuestro propio convencimiento de
que alguien está obrando en nuestra contra, lo que puede generarnos ansiedad.
Algunas concepciones sobre el mal de ojo
La
creencia en torno a la existencia del mal de ojo se encuentra extendida a
través de diferentes culturas con alguna que otra variación que, no obstante,
retiene lo esencial respecto a esta idea: la capacidad de una persona
de causarle mal a través de su mirada
Por
ejemplo, hay países orientales donde se piensa que las personas con
ojos claros tienen una mayor capacidad para causar el mal de ojo.
Consideran que ellas tienen mucha envidia, tanta que pueden hechizar a una persona
solo con verla.
Lo
anterior se relaciona con el hecho de que, según la tradición, el mal de ojo se
alimenta de la envidia o de los sentimientos negativos de la persona
que lo tendría, aunque también sería posible que dicho mal de ojo se apoye
en los sentimientos positivos del individuo.
En
todo caso, se considera al mal de ojo como una condición física,
emocional, y que se asocia con la salud mental, y que puede ser causada de manera intencional
o completamente involuntaria por el sujeto que tendría esta capacidad.
Síntomas del mal de ojo
Según las personas que creen en el mal de ojo, el cansancio es uno de sus síntomas. Fuente: Shutterstock
En
una persona adulta, el mal de ojo podría tener un fuerte efecto
emocional y mental, más que físico, todo lo contrario a lo que ocurriría
con los recién nacidos. Algunos de los síntomas que podría tener una persona
con mal de ojo serían:
·
Nerviosismo que puede generar náuseas, vómitos y
mareos
·
Sensación continua de malestar
·
Incapacidad para descansar bien
·
Sensación repentina de paranoia y sin causa
aparente
·
Sensación de miedo profundo sin saber la razón
Es
importante indicar que los supuestos síntomas del mal de ojo son más
pronunciados en las personas que creen en esta condición, mientras que las
personas que no consideran el mal de ojo como algo real no se sentirían
afectados en lo absoluto.
Podría
decirse que las personas que no creen en el mal de ojo le cierran las puertas a
la manifestación de energía en que consistiría esta enfermedad, mientras
que aquellos que sí creen en ella se colocan en un estado de
vulnerabilidad.
El
mal de ojo es una condición que varía según la persona,
y aunque no sea tan grave como para que una persona se haga daño, sí puede darnos algún que otro dolor
de cabeza que represente un obstáculo en nuestro ritmo de vida normal.
Fuente: El Diario NY
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