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Una taza
de café en ayunas no es recomendable. Foto: Unsplash
El
64 por ciento de los estadounidenses que, al levantarse de la cama, lo
primero que hacen es beber una taza de aromático café, debes saber que no
es la mejor idea para tu cuerpo, especialmente si tienes problemas para
procesar el azúcar.
Científicos
británicos descubrieron por qué no deberías beber café antes que
cualquier otra cosa por la mañana, luego de realizar una investigación en
tres ensayos diferentes en un grupo de hombres y mujeres.
Los
investigadores del Centro de Nutrición, Ejercicio y Metabolismo de la
Universidad de Bath observaron cómo la falta de sueño y el café como primer
alimento por la mañana afectan ciertas funciones metabólicas del
organismo.
En el primer ensayo, pidieron a los 29 sujetos del estudio que durmieran
normalmente y tomaran una bebida azucarada a la mañana siguiente, con un
contenido calórico equivalente al que tendría un desayuno. En
el segundo, interrumpieron su sueño cada hora por cinco minutos y consumieron
igualmente una bebida azucarada al despertar. Finalmente, en el tercer ensayo,
interrumpieron su sueño y, a la mañana siguiente, bebieron un café negro fuerte
media hora antes que la bebida con azúcar.
A analizar las muestras de sangre
recolectadas de los participantes y observar diversos marcadores metabólicos,
los especialistas encontraron que la noche de sueño interrumpido no había
cambiado las respuestas de glucosa en la sangre de los participantes, pero el
café negro fuerte antes del consumo de calorías, sí.
El café negro fuerte consumido como primer alimento al despertar aumentó
la respuesta de la glucosa en la sangre para el desayuno en un 50 por ciento. Es decir que el café negro limitó la capacidad el organismo para
procesar y tolerar la energía en forma de azúcar que se consume después, por
ejemplo, durante el desayuno. Esta condición también podría generar resistencia
a la insulina.
La tolerancia al azúcar y a la insulina es fundamental en personas con
padecimientos metabólicos o condiciones crónicas como la diabetes. Los investigadores recomiendan, entonces, comer primero el
desayuno y beber el café posteriormente.
“En
pocas palabras, nuestro control del azúcar en la sangre se ve afectado
cuando lo primero con lo que nuestro cuerpo entra en contacto es el café,
especialmente después de una noche de sueño interrumpido”, explicaron los
autores de la investigación publicada en el British Journal of Nutrition.
Fuente: LaOpinión
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