Andrew Jones.
Foto: Departamento De Policía De Dyfed-Powys / Cortesía
Swansea, Reino Unido.- Luego de establecer una compleja red de espionaje mediante cámaras ocultas y la sincronización de los dispositivos móviles de su mujer, un hombre de Gales halló que su esposa, madre de sus tres hijos, estaba teniendo un affaire con uno de sus camaradas.
Cegado por los
celos, Andrew Jones tramó todo un plan con el que mató a tiros a su
amigo y lo incineró porque descubrió que era amante de su esposa. Los
hechos ocurrieron el 27 de enero de este año, cuando utilizando el teléfono de
su mujer, Jones citó al amante, Michael O’Leary, en una granja de
su propiedad.
Ahí, Jones le
disparó con un rifle Colt calibre .22, envolvió el cadáver en una bolsa de
plástico, envió un mensaje de texto desde el celular del occiso a la esposa que
decía “lo siento” y hundió su camioneta en un río cercano para hacerlo
pasar como un suicidio. Al notar su desaparición y recibir el mensaje, la
familia de O’Leary acudió a las autoridades que iniciaron la búsqueda y la
investigación.
Al día siguiente,
Jones incineró el cuerpo y tiró las cenizas al río. También le escribió un
mensaje a su amigo preguntándole si estaba bien, para evitar sospechas. En sus
pesquisas, las autoridades descubrieron que Jones conocía desde varios
meses atrás la relación que su esposa tenía con O’Leary, por lo que
investigaron con mayor detenimiento sus acciones.
Fue así como
encontraron manchas de sangre en su auto y la red tecnológica que había
utilizado para espiar los movimientos de su esposa y acceder a los
mensajes que intercambiaba en su móvil con su amante.
En el curso de la
investigación, Jones admitió haber citado a O’Leary en la granja haciéndose
pasar por su esposa, pero aseguró que lo había matado accidentalmente luego de
una riña. Según el Wales Online, las autoridades descubrieron que en
realidad lo mató a tiros en cuanto bajó de su auto para después tirar su
camioneta al río e incinerar el cuerpo. También fue él quien escribió el
mensaje a la esposa de O’Leary haciéndose pasar por él.
Jones, de 53
años, fue condenado a cadena perpetua por el Tribunal de la Corona de Swansea,
en Reino Unido, y deberá cumplir al menos 30 años en prisión para
acceder a una posible libertad condicional.
Fuente: El Diario NY
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