
Los uniformados alegan que se produjo una pelea con el
sospechoso, quien golpeó a un policía en la cara y luego dejó caer unas prendas
que tenía en las manos, entre las cuales los agentes vieron una pistola
semiautomática de color negro, momento en que le dispararon fatalmente.
La muerte del
hombre, cuyo nombre no ha sido revelado por las autoridades pero que ha sido
identificado por sus familiares como Dijon Kizzee, de 29 años, ha
provocado indignación entre los residentes locales y un centenar de personas se
congregaron el lunes en el sur de Los Ángeles en protesta contra la brutalidad
policial y el racismo.
Una mujer que conocía al fallecido y presenció la escena detalló a CBS
Los Angeles que Kizzee tenía una toalla y ropa en las manos, afirmando que los
agentes «no tenían que dispararle más de cinco veces» y podrían haberse
limitado a dispararle una vez en la pierna. «¿De qué sirve tener un sistema penitenciario si nos van a matar?»,
dijo entre lágrimas. «¿Para qué están aquí? ¿A quién están protegiendo?», se
preguntó.
La Policía no precisó cuántos disparos recibió el hombre
y no dio más detalles sobre el suceso, limitándose a señalar que los agentes
recuperaron en el lugar de los hechos una pistola que pertenecía a la víctima.
Fuente: RT
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