
Como parte de las restricciones por la pandemia, los
restaurantes han tenido que construir una especie de terrazas abiertas en sus
frentes para acoger a los clientes al aire libre, pero se verán obligados a
cerrar sus servicios, debido además a la inclemencia del clima otoñal que trae
fuertes vientos, vendavales, aguaceros y tormentas.
Tanto el gobernador Andrew Cuomo como el alcalde
Bill de Blasio han adelantado que están preocupados por tener que ordenar el
cierre de los restaurantes, poniendo como prioridad la salud de todos los
neoyorquinos.
Las restricciones en vigencia obligan a los
restaurantes, especialmente en los que se vende comida a servir a los
consumidores solo para llevar o con entregas a domicilio a través de sus
repartidores.
La Asociación de Comerciantes de Washington Heitghs
e Inwood, principales sectores del Alto Manhattan y en El Bronx, están
reaccionando preocupados ante la amenaza de tener que irse a la quiebra sin
remedio y sin la ayuda económica necesaria y suficiente con préstamos de manos
de las autoridades.
Reconocidos restaurantes en el Alto Manhattan como
809, El Malecón, El Mambí, El Floridita, El Caridad, El Valle, Manolo, Sapito,
Havana Heitghs, y muchos otros, enfrentan la misma suerte que los más
pequeños y menos conocidos.
“No habrá excepciones en la aplicación de las
medidas por la pandemia”, ha reiterado el gobernador Cuomo como advertencia a
los propietarios.
Por: MIGUEL CRUZ TEJADA
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