
Graciano tenía 31 años y vivía en
Anápolis, y era maestra.
Camla estaba a días de dar a luz por
lo que sus compañeras de trabajo le organizaron una fiesta sorpresa de baby
shower. Sin embargo, sucedió la tragedia. Una de las invitadas era asintomática
de Covid-19.

Tres días después de la fiesta,
Camila tuvo complicaciones por lo que fue llevada de emergencia al hospital.
Pero la tragedia no terminó ahí; no había camas en cuidados intensivos en los
hospitales de la ciudad. Afortunadamente, un hospital la recibió, para
inducirle el parto para salvar al bebé.
Esto mejoró la salud de Camila. Sus
pulmones comenzaron a tener un avance positivo, sin embargo, a los pocos días,
la recién mamá tuvo una recaída; el covid-19 mutó y sus posibilidades de vivir
disminuyeron al grado de perder la vida.
Fuente: Plano Informativo
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