Lima, Perú.- Un considerable porcentaje de los participantes en la
fiesta clandestina donde murieron doce mujeres y un hombre asfixiados, en
una avalancha humana, estaban contagiados con coronavirus, según
las pruebas rápidas practicadas este domingo a veintidós detenidos.
De las veintidós personas a las que se les tomó la prueba serológica en
la comisaría, quince dieron positivo para la COVID-19,
según informó a medios locales el director de la Dirección de Redes Integradas
de Salud (Diris) de Lima Norte, Claudio Ramírez.
Ahora estos detenidos deberán ser puestos en
cuarentena en la Villa Panamericana, el complejo de los Juegos
Panamericanos de Lima 2019 convertido desde abril en el
mayor centro de aislamiento para casos de la COVID-19 en Perú.
“Ahora
mismo pueden contagiar a otras personas. Es peligroso que estén sueltos o con
otras personas en un mismo calabozo”, precisó Ramírez.
En
tres días también se practicarán pruebas moleculares (PCR) a todos los policías
que participaron en el operativo, cuya llegada al local provocó la
estampida de los asistentes a las fiesta, que quedaron atrapados y
aplastados en la angosta escalera que llevaba a la salida.
La investigación
El
ministro del Interior, Jorge Montoya, negó este domingo que los policías que
participaron en el operativo policial cerraran la puerta para evitar que
se escaparan los asistentes sin ser detenidos. En ese sentido,
recordó que tres policías resultaron heridos al quedar también atrapados con el
resto de personas.
Asimismo, reiteró que la policía no lanzó gases lacrimógenos dentro del
local ni tampoco usó armamentos que provocara la estampida de la gente, como
varios testigos y vecinos de la zona afirmaron a medios locales.
En esta fiesta clandestina participaban
alrededor de 120 jóvenes en una discoteca llamada Thomas Restobar,
del distrito limeño de Los Olivos, cuyo único acceso era una estrecha puerta
que abría de afuera hacia dentro y una empinada escalera.
Fiestas clandestinas
Aunque
la intervención policial se produjo en torno a las 21:00 hora local, una hora
antes del inicio del toque de queda que regía hasta las 4:00 hora local del
lunes, las reuniones familiares y sociales están prohibidas en todo el país
para evitar mas contagios de la COVID-19.
La
pandemia tiene a Perú como el sexto país del mundo y
el segundo de Latinoamérica con más casos confirmados de coronavirus al
acumular más de 585,000 contagios, y con más de 27,400 fallecidos está
a punto de alcanzar la mayor tasa de mortalidad a nivel global.
El
presidente de Perú, Martín Vizcarra, exigió este domingo desde la ciudad sureña
de Arequipa el máximo castigo a los responsables de organizar esa fiesta porque
“todo el trabajo que hacemos para combatir al virus se va por la borda si
tenemos gente que actúa de esa manera”.
Por
su parte, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Rosario Sasieta,
consideró que los organizadores de la fiesta y los dueños del local
deben ser acusados de homicidio porque “las puertas de esas discotecas
nunca debieron ser abiertas”.
Lucro
En
la misma línea se manifestó el ministro de Defensa, Jorge Chávez, quien afirmó
que “si bien es cierto que esos jóvenes no debían estar ahí, no exime de
responsabilidad a estas organizaciones que van en contra de la ley con estas
acciones con fines de lucro”.
“No
podemos ni debemos permitir que actos de esta naturaleza sigan
ocasionando perdidas humanas. Hago un llamado a la ciudadanía al
cumplimiento de las normas, a cuidarse y protegerse. Nos duele perder la vida
de cada uno de nuestros ciudadanos”, concluyó Chávez.
Este
episodio de desacato a las normas de inamovilidad social dictadas por el
Gobierno peruano no es nuevo, pues desde el inicio de la pandemia han sido
habituales las intervenciones policiales a locales y viviendas que organizaban
fiestas clandestinas, aunque hasta ahora no había registro de una tan
multitudinaria.
Fuente: EFE
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