Autoridades de salud como los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) o la propia Organización
Mundial de la Salud no han señalado que las micropartículas de coronavirus
puedan flotar en el aire y causar algún tipo de infección. Pero un
grupo de 239 científicos publicó una carta abierta con sus consideraciones
sobre si el coronavirus puede permanecer en el aire.
“Hacemos un llamado a la comunidad médica y a los
organismos nacionales e internacionales pertinentes para reconocer el potencial
de propagación en el aire de COVID-19. Existe un potencial
significativo de inhalación de virus en gotitas respiratorias microscópicas
(microgotas) en distancias cortas a medias, y estamos abogando por el uso
de medidas preventivas para mitigar esta ruta de transmisión aérea”, escriben
los especialistas, liderados por Lidia Morawska, profesora de
ingeniería ambiental y experta en ciencias de aerosoles en la Universidad
Tecnológica de Queensland en Brisbane, Australia.
“Los estudios realizados por los firmantes y otros
científicos han demostrado más allá de cualquier duda razonable que los
virus se liberan durante la exhalación, la conversación y la tos en microgotas
lo suficientemente pequeñas como para permanecer en el aire y
presentar un riesgo de exposición a distancias de más de 1 a 2 metros de un
individuo infectado”, agregaron.
El texto, publicado por la revista Clinical Infectious Diseases, asegura que
la mayoría de las organizaciones de salud pública, como la OMS, no reconocen la
transmisión en el aire a excepción de los aerosoles generados en entornos
sanitarios, pero “en nuestra evaluación colectiva tenemos evidencia más que
suficiente”, y para controlar la pandemia, “todas las rutas de transmisión
deben interrumpirse”, afirman.
Medidas precautorias adicionales
Lavarse las manos y mantener la distancia social
son medidas apropiadas pero insuficientes, continúan, particularmente cuando “este
problema es especialmente agudo en interiores o ambientes cerrados,
particularmente aquellos que están llenos y tienen ventilación
inadecuada”.
Los firmantes de la carta, con diferentes
afiliaciones médicas y especialidades, señalan algunas medidas para mitigar
este riesgo, como proporcionar ventilación natural y evitar la
recirculación de aire en edificios públicos, entornos laborales,
escuelas, hospitales y residencias de ancianos; complementar la ventilación
general con controles de infección en el aire, como filtración de alta
eficiencia y luces ultravioletas germicidas; además de evitar el hacinamiento
en edificios y transporte públicos.
“Este asunto es de mayor importancia ahora,
cuando los países vuelven a abrir después de los confinamientos, y llevan a
las personas a los lugares de trabajo, y a los estudiantes a las escuelas,
colegios y universidades. Esperamos que nuestra declaración aumente la
conciencia de que la transmisión aérea de COVID-19 es un riesgo real y que las
medidas de control, como se describió anteriormente, deben agregarse a las
otras precauciones tomadas, para reducir la gravedad de la pandemia y salvar
vidas”, finalizan los expertos.
Por su parte, Donald Milton, profesor
de salud ambiental en la Universidad de Maryland y el otro autor principal de
la misiva, le dijo a CNN que las agencias de salud “no
quieren hablar sobre la transmisión en el aire porque eso hará que la gente
tenga miedo“, pero “la mejor vacuna contra el miedo es el conocimiento y el
empoderamiento de las personas para que se cuiden”, aseveró.
Fuente: El Diario
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