La terapia
sexual es un espacio idóneo para atender dudas o problemas que tengas
respecto a tu sexualidad o la vida sexual que
mantengas en pareja, pero también asuntos que afecten la continuidad de la
relación.
En
los siguientes apartados conoceremos algunas de las situaciones que pueden
abordarse con la terapia sexual.
Inquietudes sobre el deseo sexual
Según
la Mayo Clinic, la terapia de pareja es un
espacio en que tú, tu pareja o ambos pueden expresar sus dudas respecto a la
posible ausencia de deseo sexual en la relación, que puede tener
consecuencias en otros ámbitos de la relación
Las
dudas sobre el deseo sexual también involucran las interrogantes respecto a qué
puede hacerse para incrementarlo. Esto suele incluir elementos tales como juegos
de roles, el uso de juguetes, fantasías sexuales, etcétera.
Dudas sobre el interés u orientación sexual
La terapia
de pareja también es lugar para discutir y reflexionar sobre tu
interés sexual o el de tu pareja en caso de que cualquiera de los dos tenga dudas
en torno a su orientación sexual.
En
estos casos, la terapia es un espacio para que esa duda florezca y pueda llegar
a donde tenga que llegar, sea positivo o negativo para la continuidad de la
relación.
Problemas para llegar al orgasmo
No
es raro que la terapia de pareja sea una instancia en la que se discuta por qué
el orgasmo se hace esquivo para alguno de los dos, o ambos.
La anorgasmia,
que es la dificultad para tener un orgasmo, puede tener muchos factores detrás
y que difícilmente se pueden identificar sin la ayuda de un experto.
Dificultades con el convivir

Estos
problemas suelen ser muy diversos, y pueden contemplar desde actitudes
incómodas hasta complicaciones alrededor de una enfermedad o discapacidad.
En
pocas palabras, la terapia de pareja es un recurso al que tú o
tu pareja pueden recurrir por la salud de la relación y su bienestar
emocional. No es un espacio que indique fracaso, sino un lugar para evitar que
crezcan los problemas.
Fuente: El Diario
0 Comentarios