Madrid, España.- El arranque del plan estatal de desescalada ha venido
acompañado de buen tiempo. El sol brilla en lo alto del cielo y las
temperaturas suaves invitan a aprovechar el levantamiento del veto a pasear.
Una atmósfera cálida que no solo incita a caminar, sino también a disfrutar del
mar.
Las playas se
convierten en antojo de muchos transeúntes. Algunos no pueden soportar la
tentación y se lanzan a los arenales sin prestar atención a las indicaciones
del Gobierno. Así, el primer fin de semana de desconfinamiento en España acabó
con varias denuncias al nivel de mar,
desde bañistas en las playas de Poio (Pontevedra) hasta surfistas en Cala
Reona, cerca de Cartagena.
Y es que, según el plan de desescalada, las playas no estarán a disposición del público hasta la
fase tres, que previsiblemente llegará en junio. No obstante, varios
municipios del litoral español han decidido abrir sus arenales para caminar o
hacer deporte y así despejar los saturados paseos marítimos. Es el caso de
Valencia, pero también de Gijón, San Sebastián, Vigo, Ibiza, Málaga, Cádiz o
Santa Cruz de Tenerife. Otras ciudades, como Barcelona, ya están acondicionando
sus playas para cuando la situación mejore y se permita aprovecharlas.
Pero, aunque el paseo esté permitido, el baño o tomar el sol están prohibidos en casi toda la
costa. Y es que algunos municipios como Las Palmas de Gran Canaria o Formentera
permiten a sus habitantes nadar, siempre que se mantengan las distancias y las
medidas de seguridad.
No obstante, todavía no se permite el uso completo
de los arenales. Por eso ya hay
territorios que buscan aligerar las imposiciones para recuperar un
mínimo de normalidad antes del mes de junio. Es el caso de Andalucía, una de las comunidades
menos afectadas, que pedirá el
adelantamiento de la apertura oficial de las playas. El ejecutivo
autonómico solicitará al Consejo Interterritorial de Salud que las personas
puedan adentrarse en las aguas a partir del 25 de mayo. Una propuesta que viene
acompañada de medidas que incluyen una distancia de dos metros de separación,
puntos de entrada y salida para controlar el aforo, horarios de apertura, el
cribado y aireo de la arena o la eliminación de colchonetas de uso colectivo en
las hamacas.
También la Comunidad Valenciana está creando su
propio plan respecto a las playas. El Gobierno valenciano, junto a
la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, presentará la próxima
semana una batería de recomendaciones para el uso del litoral avalado por el
Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE). Basado en la distancia
social o la limitación del aforo, este se aplicaría en los 277 kilómetros de
arenales que tiene la Comunidad Valenciana, pero también serviría de modelo
para otras regiones del país. La intención es que este protocolo esté acabado
para el lunes 11 de mayo y se pueda aprobar en los próximos días.
Salubridad de las playas
Los gobiernos
autonómicos tendrán que estar pendientes del informe del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC). A petición del Instituto para la Calidad
Turística Española y la Secretaría del Estado de Turismo, la agencia estatal
prepara un estudio para conocer el
comportamiento del coronavirus en la arena y el agua.
Los resultados extraídos de esta
investigación determinarán las condiciones en las que reabrirán los arenales. Y
es que, a partir de estos datos, el ICTE tendrá que establecer los protocolos
de seguridad de playas y calas o las técnicas de desinfección que se emplearán.
El plan de actuación del instituto en el litoral será validado en última instancia por el
Ministerio de Sanidad.
Unas medidas
que pueden dejar una imagen muy distinta de las playas españolas. Sin
aglomeraciones y con distancia entre toallas y sombrillas. Sin turistas y con
controladores del aforo. Con túneles de desinfección a la entrada o con
mamparas de metacrilato para evitar los contagios. Una nueva realidad para
tener la posibilidad de disfrutar del contacto del mar con la piel.
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