Ana Teresa Paradas.
Nació en el 1890 y murió en 1960, a los 70 años de edad. Feminista y
maestra. Primera mujer en obtener el execuátur para ejercer la profesión de
abogada de la Republica Dominicana; por cinco años se le negó el exequátur.
Ana Teresa Paradas
Sánchez, primera dominicana en graduarse en Licenciada en Derecho del Instituto
Profesional (reseña Revista Blanco y Negro, 9 febrero 1913). Había nacido en
Caracas, Venezuela en fecha 7 de julio de 1890, hija de los dominicanos
Salvador Paradas Volta y de Emilia Sánchez Díaz, hermana del arquitecto Enrique
Ernesto Paradas Sánchez (autor del plano de Santo Domingo en 1924).
Fue también
profesora titulada de la Escuela Normal Superior de Santo Domingo, feminista, y
una de las más decididas luchadoras contra la Ocupación norteamericana de
1916-1924.
Su defensa de la
soberanía la llevó a movilizarse junto a otras aguerridas nacionalistas en “La
semana patriótica” de 1920 y en la “Unión Nacionalista Dominicana” recorriendo
el país para la formación de las llamadas “Juntas Patrióticas de Damas”.
Aunque recordada y
homenajeada por su condición de pionera del derecho, no es abundante la
documentación sobre la aventajada estudiante que pese a su primacía debió
esperar varios años para ejercer su profesión, después de graduada el 29 de
noviembre de 1913, pues se le negó el exequátur.
Por los escasos
datos localizados sobre Ana Teresa se aprecia que contaba con la admiración
general, sobre todo por “su iluminado intelecto, amplitud de pensamiento y la
lucidez de sus justos razonamientos”.
La talentosa joven
se educó en Santo Domingo, “en cuyos colegios descolló muy pronto por su clara
inteligencia”, y a muy temprana edad obtuvo los títulos de Bachiller en Letras
y Ciencias y de Licenciada en Derecho. Según uno de sus escasos biógrafos “esto
constituyó no solo su triunfo personal sino también el de su sexo”.
Aparte de la
genealogía de los Paradas que ofrece Carlos Larrazábal Blanco en “Familias
dominicanas”, estas pocas noticias sobre la vida pública de la feminista,
abogada y educadora, se encuentran en el fichero personal del historiador
Vetilio Alfau Durán. La fecha de graduación figura en el “Anuario de la UASD
1949-1950”. Alfau Durán conservó, además, la publicación del periódico “El
Caribe” invitando a la misa del novenario, uno de los pocos documentos donde se
anota completa la fecha de su muerte.
Sin descendencia.
Ana Teresa estuvo casada con Fernando Arturo Ravelo Castro, y no tuvieron
descendencia, lo que contribuye, en parte, al desconocimiento de otros rasgos
de la historia de vida de la profesional.
Se ha dado a la luz
su tesis universitaria titulada “Efectos
jurídicos del matrimonio putativo en caso de bigamia”, impreso en “La cuna
de América” en 1913, que contiene 42 páginas.
Otro aspecto que la
dio a conocer como la “Primera Abogada Dominicana” fue la “emisión de sello
postal para el franqueo de la correspondencia”, que circuló en 1988 con foto de
Ana Teresa en la que aparece con toga y birrete. Se imprimieron 500 mil. Cada
uno tenía un valor de 20 centavos.
Varias portadas de
revistas literarias y jurídicas están adornadas con otras fotos de la señora
Paradas de Ravelo, pero la más difundida es la que apareció en “Letras”, que la
presenta sentada, con la mirada puesta en un libro sobre su regazo. En otras
está junto a maestros, condiscípulos, feministas y patriotas.
Ana Teresa tuvo
cuatro hermanos: Salvador, Ernesto, Gustavo A. y Luis Armando.
La dama falleció en
Santo Domingo el siete de agosto de 1960. El 13 de ese mes y ese año se ofreció
una misa en sufragio de su alma en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen.
La calle.
El 15 de octubre de
1975 el Ayuntamiento del Distrito Nacional rindió tributo de admiración a
“mujeres batalladoras que en circunstancias adversas se abrazaron a la
conquista de la perfección con voluntad, para situarse en el buen ganado sitial
de grandes luchadoras por el refinamiento de toda personalidad humana”,
designando calles del entonces llamado “Barrio de los maestros” con sus
nombres.
Entre éstas estuvo
Ana Teresa Paradas, considerada, como las demás homenajeadas, “fuente de
protección con el ejemplo de su conducta bien acrisolada y con sus prédicas
idóneas…”. Fue bautizada con el nombre de la primera abogada dominicana la
antigua “Calle Primera” del sector hoy conocido como Mirador Sur.
Honor a quien honor merece…
Fuente: AGN Imágenes de Nuestra Historia
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