Tener lagañas en
nuestros ojos por la mañana no es inusual, es una situación común
cuyas causas pueden no ser conocidas por un número importante de personas. Si
tienes curiosidad, la siguiente información te será muy interesante e
ilustrativa.
Origen de las lagañas
El
oftalmólogo australiano Robert G. Linton indica para el portal de BBC Mundo que hay dos razones
principales por las que se forman las lagañas. La primera refiere al leve
enfriamiento del cuerpo humano y que motiva a que una sustancia
líquida secretada por las glándulas meobomias se endurezca, formando así una
lagaña.
La
segunda razón consiste en la relajación de los músculos alrededor de
las glándulas meobomias, relajación que inicia un exceso de fluidos sobre
las raíces de nuestras pestañas. Si el cuerpo se enfría, dichos fluidos se
convertirán en lagañas.
A
temperatura ambiente, la sustancia secretada por las glándulas meobomias es un
aceite claro con mucha fluidez que se convierte en la lagaña cuando hay una
baja de temperatura a su alrededor.
Función de las lagañas
Aunque
sean un residuo orgánico, las lagañas cumplen un papel importante en nuestra
salud ocular porque ellas contienen a las lágrimas en nuestros ojos,
evitando que ellas corran por nuestras mejillas la mayor parte del tiempo.
Como
las lagañas mantienen nuestras lágrimas en los ojos, ellas también
contribuyen a mantenerlos humectados, lo que obviamente impide que suframos
de resequedad ocular.
Además
de las lagañas, parpadear evita también que suframos de ojo reseco porque las
glándulas meobomias son exprimidas cuando parpadeamos, lo que generará un poco
más de la sustancia que recubre nuestro ojo.
Las
lagañas tienen una relación con nuestra salud ocular que
quizás no se perciba a primera vista, pero existe. No es una cuestión que deba
generarte preocupación, pero no está de más recordar que puedes acudir al
oftalmólogo si tienes alguna duda o incomodidad con ellas.
Fuente: El Diario
Síguenos en: noticiasdesdebarahona.com
Comparte esta noticia en las redes sociales:
0 Comentarios