Bogotá, Colombia.- Con la experiencia y el conocimiento del manejo del
cartón, una empresa colombiana comenzó a fabricar en ese material camas para
hospitales que las requieran ante la emergencia sanitaria por el coronavirus y
que pueden convertirse en ataúdes si el enfermo fallece.
La iniciativa es de la empresa ABC Displays,
con sede en Bogotá,
que busca ayudar a reducir el déficit de camas y facilitar el manejo de
cadáveres en caso de ser necesario.
El gerente de la compañía, Rodolfo Gómez,
destaca que la cama es biodegradable, cuesta alrededor de 127 dólares -tres
veces menos que una normal-, resiste un peso de 150 kilos y además cumple con
los requisitos de comodidad y funcionalidad.
“La desarrollamos por la situación que se
está dando con la COVID-19 en el mundo, porque nos dimos
cuenta de que había carencia de camas hospitalarias”, dijo Gómez a Efe.
La empresa, que antes fabricaba piezas en cartón para publicidad, cambió
su eje de trabajo y ahora puede producir hasta 300 camas al mes e incluso
exportarlas, aunque admite que todavía no tiene ningún pedido.
Desechables
y reutilizables
Las
camas hospitalarias fabricadas por ABC Displays tienen una estructura de cartón
corrugado y cuentan con barandas y una base metálicas que se pueden reutilizar.
Además,
dispone de ruedas para facilitar su desplazamiento, se puede desinfectar
gracias a una laca que recubre el cartón y tiene una vida útil de seis meses,
lo que supone que la pueden utilizar unos 12 pacientes.
Aunque
la empresa espera que los pacientes que las usen se recuperen, en caso de que
no sea así las camas pueden ser convertidas en ataúd, permitiendo la
manipulación del cadáver sin tocarlo, lo que reduce las posibilidades de
contagio para el personal de salud.
Gómez
recuerda que cuando trabajaban en el diseño de la cama se percataron de lo que
ocurría en países vecinos como en Ecuador, donde hubo una crisis en el manejo
de cadáveres y fue entonces cuando le agregaron el segundo uso: el de féretro.
“Cuando
estábamos más avanzados en el diseño nos dimos cuenta lo que estaba sucediendo
en Ecuador, que estaban sacando a sus familiares (muertos) a las calles y no
tenían cómo enterrarlos, entonces se nos ocurrió que podíamos volver la cama un
ataúd”, detalla Gómez.
En
caso de ser necesario, la cama se convierte en ataúd quitando las barandas y,
mediante un procedimiento manual, el cuerpo es bajado del nivel más alto a uno
más bajo, quedando sobre una estructura de cartón.
Critican
la iniciativa
Las
críticas en las redes sociales no han faltado a esta iniciativa por el hecho de
que una cama hospitalaria pueda ser convertida en ataúd, situación que para el
fabricante es un asunto de ver las cosas desde ángulos diferentes.
“Todo
es tema de perspectivas, de cómo veamos las cosas. Definitivamente creo que es muy
fuerte pensar que me estoy acostando en una cama hospitalaria que se convierte
en ataúd. Sin embargo, lo que se está viendo a nivel mundial es mucho más
fuerte”, dice Gómez.
Explica
que, en su opinión, es “más fuerte e indigno” que los enfermos sean atendidos
en el piso en hospitales desbordados o que los parientes no puedan sepultar a
los fallecidos porque no hay ataúdes ni dinero para comprarlos.
Asegura
que la intención “no es ofender a nadie” sino, por el contrario, plantear
soluciones a un problema real en el que la pandemia imposibilita que la familia
acuda a una funeraria y se pueda hacer un sepelio tradicional.
Gómez
considera que estas camas pueden ser de gran ayuda para regiones como el
departamento del Amazonas, donde los recursos de los hospitales son precarios y
la pandemia avanza sin control.
Es
por eso que en las próximas semanas donará diez camas a esa región de población
mayoritariamente indígena en la que el coronavirus se ha ensañado.
El
primer caso de COVID-19 en el Amazonas colombiano fue confirmado hace menos de
un mes, el pasado 17 de abril, y desde entonces van 924 enfermos, 30 fallecidos
y 27 recuperados, mientras que en todo el país hay 13.610 enfermos y 525
muertos.
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