Barahona, RD.- El
padre Ángel Cuevas, párroco de la Catedral Nuestra Señora del Rosario
“enmudeció” y sus ojos se llenaron de lágrimas, cuando previo al inicio de la
misa de celebración del Domingo de Ramos, que anuncia el inicio de la Semana
Santa, no estaban presentes los fieles.

Indica el Listín
Diario que aunque la feligresía no está físicamente en la
iglesia y pueden contarse quienes están, los creyentes siguen la liturgia desde
sus casas, ayudados por la tecnología, ya que a través de las redes sociales
siguen en vivo la misa o a través de la emisora católica radio Enriquillo.
El nuevo coronavirus (COVID-19),
llevó a la Iglesia Católica en todo el mundo a suspender los actos religiosos
con motivo de la Semana Santa e impidió que en esta ciudad se efectúe la
tradicional caminata en la mañana con cánticos y alabanzas por el Domingo de
Ramos.
Una explicación religiosa
El padre Ángel Cuevas, quien no
terminó la entrevista al enmudecer y humedecerse sus ojos, tiene una
explicación a esta situación, a su juicio, inaudita, increíble, nueva,
diferente, conmovedora, que deja muchos que pensar y meditar.
“Como dice la pasión es algo
inaudito, inenarrable, algo que uno no puede comprender lo que estamos viviendo
en el mundo, tanto dolor, sufrimiento e impotencia, lo que más me conmueve
frente a todo esto”, dijo el párroco de la Catedral Nuestra Señora del Rosario.
Por: Amaury Mo
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