Los
llamados “mercados mojados” de China se convirtieron en
sinónimo de coronavirus en diversos países de Occidente.
Sin
embargo, en Asia, África y otros sitios del planeta estos mercados, en los que
a veces se encuentran animales salvajes y muchos otros productos, son parte de
la vida diaria de sus habitantes desde hace siglos.
Los
expertos creen que el virus SARS-CoV-2, del que se han contagiado hasta unas 2
millones de personas en todo el mundo, pudo originarse en uno de
estos puestos, en la ciudad de Wuhan, en el centro de China.
Aunque
teóricamente en el “mercado mayorista de mariscos de Huanan” se
vendían pescados y mariscos, medios locales también señalaron que había todo
tipo de animales vivos a disposición del público, desde zorros a serpientes.
La
brutal pandemia y el origen todavía sin confirmar de la covid-19 -que ha dejado
más de 169.000 muertos en el mundo hasta el 22 de abril, según la Organización
Mundial de la Salud (OMS)- llevó a que se cerraran parcialmente estos mercados.
Y
su reapertura ahorasupone una preocupación para la OMS, que
pide regulaciones más estrictas de seguridad e higiene ante el temor de que
faciliten el salto de especies -de animal a humano- de virus como el
SARS-Cov-2.
¿Por qué son “mojados” los mercados?
Los
llamados mercados “mojados” o “húmedos” son comunes en muchos países, además de
China.
Para
entender el origen de su nombre, basta con fijarse en sus suelos, empapados de
agua.
Y
es que el calificativo responde al derretimiento del hielo que
se utiliza para conservar los distintos productos que se comercializan, explica
la corresponsal de Medio Ambiente de la BBC Helen Briggs.
Pero
también a la constante práctica de los comerciantes de limpiar sus puestos con
agua, ya sea por los desechos generados por animales vivos o muertos, y otro
tipo de productos.
Sin
embargo, no en todos los mercados mojados necesariamente se encuentran animales
salvajes o exóticos listos para ser sacrificados para la próxima comida o para
un tratamiento de medicina tradicional china.
El
término alude a los mercados populares donde, en general, la gente encuentra
alimentos frescos -como pollo,cerdo, pescado, fruta o verdura- a precios más
baratos que en un supermercado.
Y
sí, en ocasiones también animales salvajes.
Estos
comercios son una fuente importante de alimentos asequibles y el sustento de
millones de personas en varias partes del mundo.
Ahora
se ha puesto en entredicho en medio del “estigma” del coronavirus, según
dice en un reportaje desde Wuhan el medio hongkonés South China Morning
Post.
Los mercados y el covid-19
Múltiples
expertos consideran que el virus que provoca el covid-19 probablemente cruzó el
umbral de las especies -de animal a humano- en el mercado de Huanan, ligado a
varios de los primeros casos confirmados en Wuhan.
Tras
registrarse un grupo inicial de casos vinculados al mercado, el virus comenzó a
propagarse dentro de China, y de ahí al resto del mundo.
De
momento, no hay una conclusión científica sobre el origen del virus,
pero los expertos apuntan a la posibilidad de que se desarrollara en un
murciélago y luego diera el salto a los humanos a través de otro animal.
En
estas circunstancias, hay quien da la voz de alarma sobre los mercados donde se
venden animales salvajes.
Estos
pueden ser “bombas de tiempo” para las epidemias, opina el
profesor Andrew Cunningham, subdirector de ciencias de la Sociedad
Zoológica de Londres (ZSL).
“La
forma en que tratamos a los animales, como si fueran productos básicos que
saquear, se nos vuelve en contra y no es ninguna una sorpresa”.
Polémica
La
pandemia ha llevado a algunas organizaciones de conservación de la vida
silvestre a pedir la prohibición del comercio de animales salvajes por motivos
de salud pública.
Ese
es el caso de la organización Born Free, que además pidió
medidas para proteger los hábitats de la vida silvestre.
Mark
Jones, jefe del Departamento de Políticas de la ONG, dijo que esto último era
necesario “para detener y revertir la devastadora disminución en el mundo
natural, que ha llevado a un millón de especies al borde de la extinción y
amenazado el futuro de la vida silvestre y la humanidad por igual”.
Sin
embargo, otros expertos desaconsejan una prohibición total de los
mercados y el comercio de vida silvestre.
En
un artículo en The Conversation, Dan Challender y Amy Hinsley, de
la Universidad de Oxford, opinaron que prohibir todo comercio de animales
salvajes “es una medida precipitada y potencialmente contraproducente”.
“Una
respuesta más apropiada sería mejorar la regulación de los mercados de
vida silvestre, especialmente aquellos que involucran animales vivos”.
“Esto
debería incluir la consideración completa de las preocupaciones de salud
pública y de bienestar animal para asegurar que haya un bajo riesgo de futuros
brotes de enfermedades de animales a humanos”.
Un cambio
Los
señalamientos llevaron a que el gobierno chino tomara medidas, con la
prohibición en febrero del comercio de carne de
animales salvajes y exóticos para alimento en todo el
país.
Sin
embargo, los activistas y otros sectores no consideran suficiente la medida,
que aún permite el comercio de productos de fauna silvestre para su uso
medicinal, para ropa o adornos.
Los
activistas temen que estas exenciones puedan allanar el camino para el
comercio ilegal de carne de animales salvajes, como sucedió en el pasado
con, por ejemplo, partes del cuerpo de tigres y leopardos.
Por
lo tanto, la carne de pangolín, casi extinto, aún podría estar disponible, ya
que las escamas del animal se pueden usar como medicina y sus uñas como
adornos.
En
China, la industria en torno a la fauna salvaje -cuyo valor se estima en
alrededor de US$69.000 millones- crece por el arraigo de la medicina
tradicional en el país, pero también por el papel de las élites y las
comunidades más adineradas.
Para
muchas personas chinas este tipo de animales salvajes o exóticos son
literalmente “tesoros de las montañas y sabores de los mares”, describía a
principios de este mes Wang Xiangwei, uno de los editores del diario
hongkonés South China Morning Post.
Los
“tesoros de las montañas”, como cerebros de monos o patas de los osos, son
símbolos de estatus para los ricos y la élite, explicaba Wang.
Por
ello, todos los ojos están puestos en la ley de protección de la vida
silvestre que se modificará pronto en China, apunta la corresponsal de
Medio Ambiente de la BBC.
Más controles
En
este contexto, la Organización Mundial de la Salud está pidiendo normas
más estrictas de seguridad e higiene para cuando se vuelvan a abrir
los mercados mojados.
Y
está trabajando con organismos de Naciones Unidas para desarrollar una guía
para la gestión de estos mercados de manera segura.
Según
dijo el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en muchos
lugares estos mercados están faltos de regulación y no reciben el
mantenimiento adecuado.
“La
posición de la OMS es que cuando se permita la reapertura de estos mercados,
solo pueda ser con la condición de que cumplan con los estrictos estándares de
seguridad e higiene de los alimentos”, manifestó.
“Los
gobiernos deben aplicar rigurosamente las prohibiciones sobre la venta y el
comercio de vida silvestre como alimento”.
Y
agregó: “Debido a que se estima que el 70% de todos los virus nuevos
provienen de animales, también trabajamos en estrecha colaboración [con la
Organización Mundial de Salud Animal y la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura, FAO] para comprender y prevenir que los
patógenos crucen de animales a humanos”.
Por: BBC News Mundo
Síguenos en: noticiasdesdebarahona.com
Comparte esta noticia en las redes sociales:
0 Comentarios