El
temor ante el nuevo coronavirus y
la mentira que afirma
que el alcohol puede curarlo ha dejado miles de víctimas mortales tanto en países de
Oriente como en América. La verdad es que el alcohol no previene ni cura el COVID-19, todo lo contrario,
aumenta el riesgo de que puedas adquirirlo.
La Organización Mundial de la Salud advierte
de la peligrosidad de consumir de alcohol
etílico (etanol) de alta concentración, especialmente si ha sido
adulterado con metanol, puede
ocasionar la muerte.
Si
crees que durante la cuarentena consumir cerveza, vino o cualquier otra bebida alcohólica no
restringida no representa ningún problema, tienes que pensarlo dos veces, ya
que podrías estar elevando el
riesgo de adquirir COVID-19.
El
consumo de alcohol te vuelve más
vulnerable a las infecciones por virus y bacterias porque afecta tu sistema inmunológico. La
recomendación de la OMS es clara:
“Las personas
deben minimizar su consumo de alcohol en cualquier momento,
y particularmente durante la pandemia de COVID-19”.
Te vuelve vulnerable seas
joven o adulto mayor
El
consumo excesivo de alcohol puede alterar tus defensas sin importar seas un adulto joven,
comprueba un estudio dirigido
por un investigador de la Universidad
Loyola.
Entre
dos horas y cinco horas después de tomar entre 4 y 5 bebidas, los sistemas inmunes se vuelven menos activos que
cuando estás sobrio. Estás noqueando
tu escudo natural, hay una menor frecuencia de linfocitos y monocitos
(glóbulos blancos), destruyes parte
de tu ejército de células asesinas naturales.
El
acceso al alcohol durante el aislamiento, deja vulnerables a quienes tienen un
trastorno por consumo de alcohol, está representando comportamientos de riesgo, problemas de salud mental y violencia en el
hogar. Por ello es la OMS está
alentando a los gobiernos a aplicar
medidas que limiten el consumo de alcohol.
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