Estados
Unidos.- A medida que la pandemia del coronavirus continúa su imparable propagación alrededor
del mundo, la mayor preocupación ha sido por las personas mayores. Pero los
expertos enfatizan que la edad no es el único determinante del riesgo de
enfermedad grave o muerte.
"Los
adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas tienen el mayor
riesgo. Si no está seguro de si está en un mayor riesgo, hable con el
médico", recomendó la Dra. Susan Bleasdale, vocera de la Sociedad
Americana de Enfermedades Infecciosas (Infectious Diseases Society of America).
Pero no todo el que está dentro de una categoría de riesgo alto se
enfrenta al mismo nivel de riesgo. El Dr. Eduardo Sánchez, director médico de
prevención de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association),
dijo que el riesgo existe en "un continuo".
Por ejemplo,
con frecuencia se cita que tener enfermedad cardiaca es un factor de riesgo. La
enfermedad cardiaca abarca muchas afecciones, entre ellas tener antecedentes de
ataque cardiaco, la insuficiencia cardiaca, los ritmos cardiacos irregulares,
la enfermedad arterial periférica, e incluso la hipertensión.
Entonces,
aunque las personas con cualquiera de esas afecciones tienen un riesgo elevado,
en general, alguien que es mayor y tiene una insuficiencia cardiaca grave tiene
un riesgo mucho más alto de desarrollar complicaciones por la infección con el
COVID-19 que una persona de mediana edad con hipertensión.
Sánchez dijo que incluso recomendaría a las personas que tienen
afecciones que aumentan el riesgo de enfermedad cardiaca y de los vasos
sanguíneos (como un colesterol alto, diabetes o incluso prediabetes) que "tengan más cuidado".
La Dra. Lindsey Gottlieb, directora de prevención de las infecciones de
Mount Sinai Morningside, en la ciudad de Nueva York, señaló que "la edad
parece ser la mayor consideración al pensar en quién se enferma más con el
virus".
Dijo que el
riesgo comienza a aumentar más o menos a los 50 años y que de ahí en adelante
solo sube, y que las personas con la mayor edad son las que se enfrentan al
mayor riesgo.
Bleasdale
explicó que "a medida que envejecemos, nuestro sistema inmunitario se
altera, así que es importante mantenerse lo más sano posible. Alguien que tiene
70 años y es muy activo y sano probablemente tenga un riesgo más bajo que una
persona menos activa de la misma edad, pero seguirá teniendo un riesgo más alto
que una persona de 45 años".
Pero eso no
significa que las personas más jóvenes no aumenten su riesgo mediante unas
conductas malsanas. Por ejemplo, un fumador empedernido de 45 años tiene un
riesgo mucho más alto de complicaciones por el coronavirus que una persona con
las mismas características que esté más sana.
Esta categoría
incluye a varias afecciones de los pulmones, apuntó Bleasdale. Algunos ejemplos
son:
·
Asma
· La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC),
que incluye al enfisema y a la bronquitis crónica
·
La hipertensión pulmonar
· Fumar
"Es probable
que se pueda pensar que las personas que fuman tienen algún grado de enfermedad
pulmonar. Fumar lo pone en riesgo porque afecta a los mecanismos de defensa.
Fumar afecta a los minúsculos pelos (los cilios) [que ayudan a proteger a las vías
respiratorias]. Fumar hace que se paralicen en cierta medida", comentó
Bleasdale, y cuando esto sucede, esos pequeños pelos no pueden evitar la
entrada de los gérmenes.
Sánchez indicó que
"en cuanto a las infecciones con el COVID-19, debemos ser abarcadores
cuando consideramos las enfermedades cardiovasculares [del corazón y los vasos
sanguíneos] y cerebrovasculares [del cerebro y los vasos sanguíneos] que ponen
a las personas en riesgo".
·
La enfermedad cardiaca, lo que incluye a los
antecedentes de ataque cardiaco.
·
La insuficiencia cardiaca crónica.
·
La acumulación de placa en los vasos sanguíneos.
·
Los antecedentes de accidente cerebrovascular.
·
La enfermedad de las válvulas cardiacas, con o sin
válvulas cardiacas artificiales.
·
Las afecciones del ritmo cardiaco, entre ellas la
fibrilación auricular.
·
La enfermedad arterial periférica.
·
La presión arterial alta o hipertensión.
·
El colesterol alto.
"Todas esas
personas deben estar un poco más atentas y tener un mayor cuidado",
aconsejó Sánchez.
Las personas con
diabetes
Bleasdale dijo que
todos los tipos de diabetes pueden aumentar el riesgo de complicaciones por una
infección con el COVID-19.
"La diabetes
afecta al sistema inmunitario. La variabilidad en la glucosa [azúcar] en la
sangre afecta a las células que ayudan a combatir a las infecciones",
explicó.
Los principales
tipos de diabetes son:
·
La diabetes tipo 1
·
La diabetes tipo 2
·
La diabetes gestacional
·
La prediabetes
Las personas con
un sistema inmunitario vulnerable.
Bleasdale dijo que
las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado (y las personas que
toman medicamentos diseñados para reducir su sistema inmunitario) tienen un
riesgo más alto por el coronavirus. Algunos ejemplos incluyen:
·
Las personas con cáncer.
·
Las personas con VIH/SIDA.
·
Las personas que han recibido un trasplante de
órgano.
Las personas que
toman dosis altas de esteroides o de unos medicamentos llamados biológicos, con
frecuencia para afecciones autoinmunes. Protéjase y proteja a sus seres
queridos,
Las medidas que
las personas con un riesgo más alto necesitan no son muy distintas que el
consejo estándar. Lávese las manos bien y con frecuencia. Intente mantener la
distancia con los demás, y no toque sus ojos, nariz o boca. Mantenga limpias
las superficies de su hogar que se tocan con frecuencia, como los pomos de las
puertas, los interruptores de la luz, las manillas de los grifos, los botones
de los inodoros, los controles remotos, las llaves y los teléfonos.
Si tiene
problemas para encontrar desinfectante de manos y tiene que salir, Sánchez
sugirió poner jabón y agua en toallas de papel y poner las toallas de papel
húmedas en bolsas de plástico herméticas que pueda llevar encima.
Aunque no
siempre es fácil, comentó Gottlieb, aislarse es una buena forma de protegerse.
Es mejor quedarse en casa y no recibir visitas ahora mismo. Ahora mismo, es
imposible saber si alguien se ha expuesto al virus.
Si tiene una
cita médica programada, llame por adelantado para asegurarse de que sigue en
pie. A veces, las visitas de rutina se pueden realizar por teléfono o mediante
telesalud. Gottlieb apuntó que es importante estar al día con las vacunas, por
ejemplo la vacuna contra la gripe.
Sánchez
recomendó asegurarse de tener a mano suministros de cualquier medicamento que
tome. Un suministro para 90 días es ideal, pero intente tener como mínimo un
suministro para 30 días.

Gottlieb
aconsejo que cualquiera que vaya a visitar a un ser querido se quede en casa si
siente la masa mínima impresión de que quizás no esté bien.
Un aspecto
particularmente difícil de este aislamiento son las restricciones que los
centros de cuidados a largo plazo han tenido que implementar. Muchos piden a
familiares y amigos que no visiten a sus seres queridos en los hogares de
ancianos y centros de vivienda asistida, para proteger a esas personas mayores
del virus.
Según una
declaración de la Asociación Americana de la Atención de la Salud (American
Health Care Association) y del Centro Nacional de Vivienda Asistida,
"Ahora mismo, nuestra prioridad es prevenir que el COVID-19 llegue a los
centros de cuidados a largo plazo y, si llega, evitar que se propague. Sabemos
que limitar las visitas es difícil para los amigos y familiares, y por eso
animamos a la comunicación remota, que puede incluir Skype, mensajes de texto,
llamadas telefónicas o mensajes en los medios sociales".
Fuente: debate
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