Los Ángeles, EE.UU.- La NBA ha suspendido la temporada por tiempo indefinido
después de que el pívot francés Rudy Gobert haya dado positivo por coronavirus. La suspensión se ha producido
de manera repentina porque la noticia se conoció en el momento en que los
jugadores de Oklahoma City y Utah ya estaban preparados para el salto inicial
en el Chesapeake Energy Arena. El jefe médico de los Thunder, Donnie Strack,
avisó a los árbitros de la noticia aunque en ese momento ni los aficionados ni
los periodistas sabían qué estaba ocurriendo. Se trata de la decisión más
drástica, más visible y de mayor impacto hasta el momento en una cadena de
cancelaciones de eventos públicos en el país ante la evidencia de que EE UU se
encamina hacia una expansión descontrolada del virus.
Era el último
anuncio en una jornada en la que todo el mundo del baloncesto en Estados Unidos estaba tomando medidas ante
lo que parece ya una inevitable expansión del virus por el país en los próximos
días y semanas. El anuncio llegaba minutos después de que el presidente Donald
Trump se dirigiera de forma solemne a la nación en horario de máxima audiencia
para preparar al país para medidas contundentes sin precedentes, como cortar
todos los viajes desde Europa durante 30 días.
Los tres árbitros
llamaron a los entrenadores de ambos equipos Billy Donovan y Quin Snyder. Tras
hablar entre ellos durante unos minutos, se retiraron todos a los vestuarios a
la espera de recibir instrucciones por parte de la NBA. Mientras, el público se
mantuvo en sus asientos a la espera de recibir información sobre lo que estaba
aconteciendo. El personal de animación, la mascota de los Thunder y un cantante
amenizaron la espera desde el centro de la cancha. Transcurrida media hora, el
locutor de la cancha anunció que el encuentro quedaba suspendido, sin explicar
el motivo. “Debido a circunstancias imprevistas, el partido ha sido aplazado.
Todos ustedes están seguros”, fue el mensaje. Los periodistas presentes en el
pabellón tampoco fueron informados de los motivos de la suspensión y se les
invitó a que abandonaron los pasillos de acceso a los vestuarios.
La suspensión de
la Liga, sin precedentes, es un duro golpe. Y más después de cómo ha sucedido.
La sucesión de los hechos deja muy mal parada la actuación de los dirigentes de
la competición. “La NBA anuncia que un jugador de Utah Jazz ha dado un
resultado preliminar positivo por COVID-19. El resultado de la prueba se
informó poco antes del inicio del partido de esta noche entre Utah y Oklahoma
en el Chesapeake Energy Arena. En ese momento, el partido fue suspendido. El
jugador afectado no estaba en el pabellón”, explica la Liga en un comunicado.
“La NBA suspende los partidos hasta nuevo aviso. La NBA utilizará este paréntesis
para determinar los próximos pasos para avanzar con respecto a la pandemia de
coronavirus”. Los dos equipos, Utah y Oklahoma City, deberán ahora estar en
cuarentena. La Liga instará a los jugadores de los equipos a los que se ha
enfrentado a Utah Jazz durante los últimos 10 días a que se pongan en
cuarentena. Estos equipos son Cleveland, Nueva York, Boston, Detroit y Toronto.
Un
pívot All Star
Rudy Gobert, pívot
francés de 2,16 metros y 27 años, cumple su séptima temporada en la NBA. El
pasado lunes jugó el último partido de su equipo contra Toronto. Poco después,
al igual que su compañero de equipo Emmanuel Mudiay, fue incluido en la lista
de bajas del equipo a causa de una enfermedad que no se había especificado.
Gobert, internacional francés, fue All Star el pasado mes de febrero en Chicago y
fue el Mejor Jugador Defensivo de la Liga en 2017 y 2018. El pívot francés
había bromeado en una rueda de prensa el pasado lunes tocando el micrófono y la
mesa en la que atendió las preguntas de algunos periodistas.
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